Un poco acerca de mí

Desde mis 12 años salí del Chocó, con dos de mis hermanas, buscando nuevos horizontes. Llegué a Medellín, donde adelantaba mis estudios secundarios.

Estudié Inglés en el Audio Visual Center, AVC. Me gradué con Aptitud Ocupacional en Inglés y, enamorada de ese idioma, ingresé a la Universidad de Antioquia a estudiar ‘Licenciatura en enseñanza de lenguas extranjeras’. Me iba bien… eso decían mis tutores y también era la única - de casi ocho mil estudiantes que tenía en ese entonces la escuela de idiomas de la U. de A. - que estaba en un proyecto de investigación internacional…

Al tiempo que estudiaba inglés, entré a la Academia ‘La Palabra’ de Carlos Quintero, a estudiar ‘Expresión Verbal Positiva’.
En todo este ‘recorrido’ debo mencionar a un gran amigo y locutor llamado Joe Carranza, quien me dijo: “tú tienes bonita voz” y me impulsó a explotarla.
Carlos Quintero, el de ‘La Palabra’, tenía un programa radial sabatino en La Voz de las Américas y al escuchar mi voz, y la de mi hermana Mary, que estudiaba conmigo, nos permitía cada sábado hacer una intervención de cinco minutos en su programa.
Un sábado, el siguiente a la muerte del cantante Rafael Orozco, Quintero no pudo ir a su programa… nosotras sí.
Nos preguntaron en la emisora si éramos capaces de hacer un especial con Rafael Orozco y… El paso siguiente fue que luego los directivos de la emisora nos entregaron el espacio llamado ‘Nocturnal vallenato’, que se realizaba de nueve a 12 de la noche, el cual hicimos por tres años, hasta que la emisora cambió de propietarios y de estilo de programación.

Una confidencia: No nos pagaban un peso, ¡pero nosotras con esas ganas que teníamos de trabajan en radio…!

Así empezó un largo periodo como locutora: Tres años en la Voz de las Américas, Tres años en Colmundo Radio y seis meses en la Radio 91.4

En 1999, el estrés por tanto trabajo y estudio ‘me mandó’ a Valledupar, donde me enfrenté a una nueva faceta laboral: el periodismo escrito.
Trabajé casi cuatro años en la Revista Rumbera (de Ramón Duarte), casi tres años en El Pilón (de Dickson Quiroz)  y llevo más de cinco años en Vanguardia (de los Galvis).

Como mi Licenciatura en la U. de A. quedó por el cuarto semestre, intenté seguir acá en la UPC y me matriculé en ‘Licenciatura de Lengua Castellana e Inglés’; también llegué a cuatro semestres, por cuestiones de trabajo.

Ahora, acabo de terminar mi profesionalización en Comunicación Social, con al Universidad nacional Abierta y a Distancia, UNAD.

Este ha sido un tiempo de aprendizaje, concientización acerca de mi rol en la sociedad, de saber que soy capaz de hacer cosas, de dejar salir los rasgos de poetiza que -siento- llevo dentro.

Varios diplomados me han ‘abierto’ a muchos retos: ‘Periodismo responsable en el conflicto armado’, gracias a una alianza Medios Para la Paz, Programa Por la Paz del Cinep, Pontificia Universidad Javeriana y la UNAD; ‘Periodismo hoy, compromiso social y nuevos retos’, resultado de una alianza de la Universidad de Antioquia y el Ministerio de las TICs, y Periodismo Crítico Frente al Conflicto, tras un convenio entre la Universidad Autónoma del Caribe, El Círculo de Periodistas de Valledupar y la Cámara de Comercio de esta ciudad, son algunos.

A esto se suma que cuento con la ventaja de poder escribir sobre ‘lo que se me ocurra’; mi jefa (Mildreth Zapata) me ha dado esa libertad. Así he podido seguir mis instintos y volar tras ellos.

… Y llegaron los premios

*Los Tupes, un duelo que no termina (2007)
Después de la masacre de Los Tupes, en San Diego, Cesar (2001), me preguntaba cómo podía un pueblo reponerse de semejante atrocidad. Cinco años después viajé al pueblo y lo que encontré me erizó los vellos. Fue eso lo que plasmé en una crónica de dos páginas, titulada ‘Los Tupes, un duelo que no termina’, con la que en el año 2007 gané el premio ‘Sirena Vallenata’ que entrega el Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV.

*¿Ya se percató?, al Cesar se lo está tragando el desierto (2008)
En mi oficio viajo bastante por el Cesar y, como soy observadora, veía que por ejemplo el paisaje hacia el norte es más amarillento y reseco que hacia el sur. Un día, en una rueda de prensa, Gustavo Petro criticó el cambio de destinación que le están dando a los suelos productivos del Cesar y dijo que este departamento cada vez se parecía más a un desierto. Esto me motivó aún más y me puse a investigar. El resultado: ‘¿Ya se percató?, al Cesar se lo está tragando el desierto’, con el que gané en el mismo concurso al año siguiente (2008).

*‘Las marcas del conflicto’ (2010)
El conflicto armado siempre me ha intranquilizado y he hecho mis protestas silenciosas por la gran cantidad de inocentes que son sacrificados. Por eso seguí muy de cerca la negociación y la ‘desmovilización’ de los paramilitares. Asistí a las dos ‘entregas de armas’ que se dieron en el Cesar y, luego, me dediqué a visibilizar a las víctimas.
Hablo con ellas, asisto a audiencias de postulados y los veo confesar atrocidades, algunos en medio de palabras de arrepentimiento, pero lo que ellos confiesan no concuerda con lo que me cuentan las víctimas; entonces asumo como tarea visibilizar la otra parte.
Me di cuenta, por ejemplo, que en las audiencias nadie, ni fiscales ni postulados, hablaba de delitos sexuales, por lo que me dediqué a investigar acerca del tema: Lo que encontré lo plasmé en la crónica ‘Las marcas del conflicto’, con la que gané el premio este año.

Tengo muchas cosas qué contar, las cuales quiero compartir con ustedes, asó como esta parte que les envío desde aquí… desde mi nicho.

1 comentario:

  1. Negra te felicito, este espacio será una gran bendicion. Lo leere siempre, un abrazo, bendiciones.
    Att

    Limedes M U

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